Por un momento imagínense retirar dinero exclusivamente a través de una agencia bancaria y en horarios limitados.
Los cajeros automáticos no solo se han propagado en todo el mundo, sino que además han evolucionado hasta convertirse en súper máquinas capaces de realizar múltiples operaciones bancarias.
El primer cajero fue instalado en una sucursal del Banco Barclays el 27 de junio de 1967. Su creador, el británico John Sheperd-Barron, en una entrevista para la BBC en 2007 comentó cómo se le ocurrió la idea:
«Enfadado y frustrado, se marchó a su casa y aquella noche, mientras tomaba un baño, empezó a pensar en cómo podía tener acceso a su dinero a cualquier hora.
Para que la máquina pudiese detectar la autenticidad del cheque y éste pudiese ser pagado, se creó un proceso que requería que el cliente pasase por la entidad bancaria y se le entregasen tantos cheques por valor de 10 libras esterlinas como necesitara y cuya cantidad era descontada de la cuenta antes del pago.
Estos cheques estaban impregnados de carbono 14, lo que hacía que al ser introducidos en el cajero, reconociese su autenticidad y entregase las 10 libras. Pero antes de introducir el cheque, el cliente debía identificarse con una clave.
Durante el desarrollo del cajero automático, Sheperd-Barron le comentó a su esposa, Caroline, la idea de crear una contraseña de seguridad.
«Estábamos en la mesa de la cocina y le pregunté a Caroline cuál era el número máximo de dígitos que podía recordar sin problemas«.
Él pensó en uno de seis cifras cuando se dio cuenta de que podía recordar los seis dígitos de su registro militar, pero ella le dijo que le costaba recordar seis números por lo que lo dejó en cuatro».
Así es cómo nació el PIN (Personal Identification Number) o clave personal de 4 dígitos, que se ha convertido en un estándar mundial.
Seguridad en cajeros automáticos: 5 consejos para evitar scams
- Mira a tu alrededor y asegúrate de que las personas en la fila detrás de ti están a una distancia razonable.
- Observa el cajero antes de usarlo. Si ves algo sospechoso o fuera de lugar, como partes sueltas, restos de cinta adhesiva u otro tipo de daño visible, evita operar y contacta al banco que lo administra. Ten mucho cuidado en destinos turísticos populares o esos cajeros que están sobre la vereda, porque a menudo son blanco de los cibercriminales.
- Cubre el teclado cuando ingresas tu PIN. De esta forma puedes protegerlo de cámaras ocultas o dispositivos que puedan estar grabando.
- Opta por un cajero interno si es posible, ya que (al menos cuando la puerta está cerrada) el acceso suele ser exclusivo para clientes con tarjeta en mano. Así, los cibercriminales que quieran instalar skimmers tendrán menos posibilidades (aunque no serán nulas, claro).
- Si la máquina no entrega dinero, no devuelve tu tarjeta tras la transacción o luego de presionar “cancelar”, contacta al banco o entidad financiera que la emitió.