Como es de conocimiento general, la semana pasada Twitter pasó a llamarse X para convertirse en una multiplataforma. En 2007 un usuario creó la cuenta @X, pero (como para variar) Elon Musk se apropió de ella.
La cuenta @X antes pertenecía a Gene X Hwang, un fotógrafo de San Francisco que trabaja para el estudio de fotografía Orange Photography, quien confirmó que la empresa tomó su cuenta sin previo aviso y tampoco le ofreció una compensación monetaria por utilizar la etiqueta.
Hwang manifestó que quería obtener dinero por su antigua cuenta, que fue registrada en 2007. “Creo que la vendería si me lo pidieran. Supongo que depende de la oferta”, afirmó. No obstante, el usuario solo recibió una notificación por correo electrónico de que su página pertenece a la plataforma. Además, le ofrecieron alguna mercancía de X y le propusieron reunirse con los gerentes de la compañía, pero no se mencionó ninguna remuneración financiera.
La cuenta de Hwang pasó a llamarse @x12345678998765, a lo cual el fotógrafo reaccionó manifestando que “bien está lo que bien acaba”.
Según la política de la empresa, los usuarios no tienen ningún derecho legal sobre sus nombres de usuario. Además, la compañía se reserva el derecho de eliminar aquellas cuentas que infrinjan alguna marca registrada, como parece ser el caso. Y decimos parece, porque todavía no está del todo claro qué marcas registradas pertenecen a X.
Las cuentas de una sola letra aparecieron en los albores de la red social y ahora son las más valiosas. En concreto, el usuario @n denunció que le habían ofrecido 50.000 dólares por una cuenta.
Ahora la cuenta de ‘@twitter’ permanece en privado e inactiva, siendo todavía propiedad de la compañía.