La montaña rusa es una de las mayores atracciones en los grandes parques de diversiones de todo el mundo. Pero así como hay mucha gente que adora la adrenalina que provoca, otros no quieren saber nada de subirse a ella.
Si alguien preguntara cual es la inversión que más se asemeja a una montaña rusa, sin duda que entre las elegidas estaría el Bitcoin. Y el motivo es obvio, ya que hace exactamente un año cotizaba a $53.000 para caer estrepitosamente en julio a un piso de $31.500.
Luego comenzó un período de rápida recuperación para llegar en noviembre del año pasado al techo histórico de $67.800, que no pudo sostener. De hecho, a partir de ese momento su cotización comenzó a caer aunque con ciertas oscilaciones hasta la actualidad, ya que este lunes tocó un mínimo que apenas superaba los $30.000, es decir el menor nivel desde enero del año pasado.
¿Por qué cayó tanto?
La respuesta puede ser que en un momento en el que la economía global enfrenta serias dificultades, los grandes capitales prefieren refugiarse en inversiones más seguras. Pues bien, en la actualidad quienes se subían a la montaña rusa en busca de ganancias rápidas no tienen ganas de volver a subirse y buscan otras opciones más tradicionales.
Como no hay apetito de riesgo, las criptomonedas son las primeras en perder su valor porque no es estable, lo que se conoce como una alta volatilidad.
“Las criptomonedas son un activo de alto riesgo por mucho que haya personas que esperan que en el largo plazo suba el precio y sea un activo de refugio»
comentó José Francisco López, director de Economipedia.
Cuando las bolsas caen, afirma que “los inversores prefieren quitarse de encima los activos más volátiles”.
¿Qué se puede esperar de ahora en más?
En este contexto negativo, si bien ese nivel es un mínimo aceptado entre los comentaristas, muchos de ellos creen que en el corto plazo el Bitcoin podría caer hasta los $25,000 o incluso a niveles más bajos. [vía/Yahoo]