La NASA lanzó una animación que muestra concentraciones de plástico cambiando en los océanos del mundo durante un período de 18 meses, la primera investigación de su tipo para mapear plásticos en una escala tan global durante tanto tiempo.
Alrededor de 8 mil millones de kilogramos de plástico es arrojado al mar por año, el cual permanece flotando uniformemente. Esto dificulta la limpieza de los océaños, concentrandose en el Atlántico Norte y los giros de la basura del Pacífico Norte, comúnmente denominados parches de basura.
La animación y las imágenes de la NASA se basan en un nuevo método de seguimiento y mapeo del viaje de plásticos a través de los océanos de los mundos, desarrollados por investigadores de la Universidad de Michigan.
La técnica utiliza mediciones de la rugosa que se toma la superficie del océano con ocho microsatélites, lo que permite a los científicos calcular velocidades del viento en el océano. Normalmente, una herramienta muy útil para medir los huracanes y el clima de monitoreo, resulta que estas mediciones de viento también pueden ayudar a medir el plástico. Cuando el plástico está cerca de la superficie del océano, las aguas tienden a ser más tranquilas con menos olas.
«En aguas más limpias, hay un alto grado de acuerdo entre la rugosidad oceánica y la velocidad del viento. Pero a medida que se dirige al gran parche de basura del Pacífico, ves una mayor discrepancia entre las mediciones de la velocidad del viento y la rugosidad de la superficie»
Explicó a Chris Ruf, uno de los autores de la investigación, a la NASA Earth Observatory.
Para ubicar los lugares más tranquilos en los océanos pueden estar asociados con la presencia de plástico, investigadores de la Universidad de Michigan referenciaron las mediciones de radar espacial de la rugosidad de la superficie con las mediciones de velocidad del viento de otras fuentes en el suelo.
Durante casi un año, los investigadores supervisaron diversas fuentes de datos en todo el mundo entre abril de 2017 y finales de septiembre de 2018, lo que los convirtió en el primero en monitorear los plásticos oceánicos a gran escala.
Esta herramienta puede ser increíblemente útil para comprender cómo se mueve la basura que está en el océano, lo que puede ayudarnos a descubrir las mejores y más eficientes formas de limpiar las playas o detener el plástico que llega al océano en primer lugar.