Hace pocos días atrás el reconocido youtuber de divulgación científica Javier Santaolalla, dio un anuncio sorpresivo en su canal Date un Vlog, en la que se despedía de la plataforma de YouTube, por lo cual generó tristeza entre sus seguidores.

Esta noticia se difundió rápidamente en las redes sociales, provocando que muchos sitios de divulgación científica comiencen a cuestionarse, si vale la pena crear contenidos sobre ciencia en los medios digitales.
No es el primer youtuber de divulgación científica que le dice adiós a la plataforma de videos. Meses atrás otro popular divulgador español, Martí Montferrer (C de Ciencia), también decidió abandonar el YouTube, aduciendo que:
“A partir de agosto del año pasado… Hubo un cambio sustancial en la famosa red neuronal o algoritmo, llámalo como quieras, que se encarga de mantener a esta red social funcionando, algo que sería imposible sin su ayuda… Ocurre que desde agosto de 2020, las visitas que alcanzaban los nuevos videos que publicaba en el canal cayeron en picada, repentinamente además, luego más lentamente, pero de forma progresiva, siguieron cayendo”.
Este hecho también fue mencionado por Javier, en su último video, siendo uno de los tantos motivos de su retirada de la red social. Por lo cual, esto da pie a una interrogante significativa, ¿son los algoritmos los causantes de invisibilizar los contenidos científicos en la plataforma de YouTube?
Existen varios puntos que respaldan aquello, según Guillaume Chaslot, un ex trabajador de YouTube, declaró en una entrevista para el medio de comunicación DW que:
“Utilizan un algoritmo de aprendizaje profundo, una inteligencia artificial que puede procesar miles de billones de sesiones de usuario, y ver qué videos van a tener más probabilidades de mantener a la gente en la plataforma durante más tiempo”.
Por otro lado, los contenidos que polarizan y contienen opiniones extremas han demostrado ser exitosos en YouTube, de acuerdo con Chaslot sostiene que: “Es como un círculo vicioso, miras porque tienes curiosidad, luego el algoritmo te recomienda contenidos una y otra vez”
Pero este problema no solo se observa en YouTube, lo mismo sucede en otras redes sociales como Facebook, Instagram, etc. Por esta razón, Javier en conjunto con otros youtubers de divulgación científica crearon un sitio web (amautas.com) dedicado exclusivamente para difundir la ciencia, con el fin de poder escapar del dominio de los algoritmos que imponen las grandes plataformas digitales.
No obstante, en la actualidad, casi la mayoría de los sitios webs que se encuentran en el ciber espacio, depende en gran medida de las redes sociales para darse a conocer. Entonces, es aquí donde surge otra incógnita ¿están los divulgadores científicos ante un bucle sin salida?
Hay varias maneras de burlar el algoritmo de las redes sociales, pero para ello es necesario cambiar ciertos hábitos de consumo y modificar las configuraciones predeterminadas que vienen por defecto en las aplicaciones. Por ejemplo; desactivar la selección automática de las noticias, darle ‘Me gusta’ a todo, evitar compartir contenido explicito, y entre otras opciones más que sirvan para ayudar a entrenar el algoritmo de tal forma que en la próxima ocasión, solo nos muestre lo que realmente buscamos.
Sin embargo, para que los creadores de contenidos de divulgación científica logren estar en la cima de lista de recomendaciones, no bastará con que un usuario aprenda a burlar el algoritmo, sino que dependerá de una acción colectiva.
En resumen, solo el apoyo constante a los divulgadores científicos hará que se rompa esa burbuja de contenido no educativo, que es el que por ahora prevalece en las redes sociales.