El best seller de Caleb Carr se convirtió en una serie con personalidad propia.
La llegada de ‘The Alienist‘ a Netflix trae consigo frescura. Habiéndose estrenado en TNT primero, esta serie era uno de los estrenos que más esperaba este año y no era para menos puesto que prometía un elenco que incluye a Daniel Brühl, Dakota Fanning y Luke Evans, acompañados de una buena selección de guionistas y directores entre los que destacan Hossein Amini, Paco Cabezas y Cary Fukunaga por mencionar algunos.
Alienista es un término que se empleaba en el siglo XX para determinar a los psicólogos (¿o psiquiatras?) que trataban personas con enfermedades mentales. A las personas que padecían de estas enfermedades se las llamaba “alienados”. Con estas palabras arranca la serie de 10 episodios que nos sitúa en una sombría Nueva York.
Es 1896 y ‘The Alienist’ empieza con el descubrimiento del cuerpo mutilado de un niño a quien le vaciaron las cuencas de los ojos. La Policía de Nueva York se alarma y el comisario Teddy Roosevelt (Brian Geraghty) contacta al doctor Lazslo Kreizler (Daniel Brühl) para investigar el asesinato. Como no podía ser de otra manera, descubrimos que este doctor es una especie de psicólogo criminal que trata con los alienados. Uno de sus primeros descubrimientos es que el niño asesinado trabaja como prostituta en un famoso burdel que viste a niños como mujeres para, digamos, diversión de los hombres que visitan el lugar.
Kreizler pide ayuda a John Moore (Luke Evans) y Roosevelt le cede a Sarah Howard (Dakota Fanning), la primera mujer secretaria que trabaja para la Policía, junto a los hermanos Issacson, dos detectives que se dedican a las ciencias forenses, algo muy avanzado para la época. A partir de esto el equipo utilizará novedosas disciplinas y técnicas tanto de la psicología como de la investigación forense para dar con el que podría ser uno de los primeros asesinos seriales de Nueva York.
Al más puro estilo de mash-up entre ‘Sherlock Holmes’ y ‘True Detective’, este thriller psicológico no solo narra el lado de los protagonistas, sino que nos pone en el lugar de los alienados que son tratados como deshechos sin siquiera una gota de interés por estudiar sus casos, por lo que las entrevistas de Lazslo Kreizler con estas personas quizá sean algo incómodas, pues se trata de entender el por qué de sus acciones, siendo muchas de ellas despiadadas y obscenas.En el Alienista, la gris Nueva York es una de sus grandes protagonistas.
El escenario es creíble y totalmente inmersivo. Su diseño de producción no escatima recursos y consiguen no solo una ciudad oscura, sino una marcada brecha al diferenciar y dar vida a los barrios ricos, así como de penumbra a los barrios bajos. A pesar de estar rodada en Budapest, el arte con el que se captó la época y lugar de la trama está realizado con gran precisión, da gusto de solo mirarlo.
Brühl, en su papel como Lazslo Kreizler, hace un trabajo compacto. No destaca como se piensa, con grandes dotes de histrionismo, porque la forma de ser de su personaje no da lugar para mayores exageraciones. Eso sí, hay terreno para diálogos mordaces de su parte y muestra una facilidad única para dejar entrar y salir a otros actores sin que ninguna actuación se vea opacada.
Dakota Fanning brilla con su primer gran rol televisivo. Su personaje, Sara Howard, es una aguerrida mujer que lucha por sus derechos, cuyas líneas de diálogo refleja las fricciones entre una mujer que quiere trabajar para salir adelante y los hombres que solo la ven como un objeto con fines reproductivos. Su presencia en esta producción es algo totalmente novedoso.
Por otro lado, Luke Evans es el que sale perjudicado en su papel como el ilustrador John Moore, no se le critican sus dotes actorales, sino que era algo obvio el hecho de que no iba a destacar cuando su personaje no es más para Lazslo Kreizler que lo que John Watson era para’ Sherlock Holmes’.
‘The Alienist’ no es la serie que necesitábamos, pero es eficaz y cumple bien. Logra introducir personajes históricos y representa los contrastes sociales como pocas series lo han hecho. Un resultado un tanto agridulce porque pudo ser más, pero prefirió no ahondar en temas que envuelvan sus escenas, optó por la frialdad en algunos de sus personajes y solo jugó todas sus cartas en cuanto a inmersión histórica. Un thriller psicológico no es fácil de llevar a cabo y peor si es de época, pero The Alienist es algo que podría ver una y otra vez.