Si tu carta de presentación es la BBC, tienes todas las de ganar.
Porque nunca nos cansamos de las series tipo thriller policial donde todo gira en torno a un tiroteo.
‘Collateral’ es el nuevo producto de la BBC, una miniserie de 4 episodios dirigida por SJ Clarkson (una eminencia en esto de dirigir series) y escrita por David Hare, que no es más que un thriller que tiene como detonador a un misterioso tiroteo del que un repartidor de pizza es víctima en un barrio de Londres. A partir de este trágico acontecimiento se inicia la respectiva investigación para dar con el asesino y sobre todo con el motivo, saber qué fue lo que causó esa decisión de presionar el gatillo repetidas veces. Suena conocido ¿verdad? Pues demasiado diría yo. Aún así sabiendo quién está a cargo de esta producción, es inevitable no dar el brazo a torcer y devorar esos episodios esperando alguna sorpresa.
Como es de esperarse, este formato episódico nos va develando varias historias que terminan conectando a nuestros personajes, que ya también se ha visto, pero cuando se trata de una producción de la BBC sabemos que al menos están bien realizadas, así que vale la pena verla. Conocemos a Kip Glaspie (Carey Mulligan), la detective asignada al caso y la persona que se niega a tomárselo como un tiroteo más. Ella decide ponerse los pantalones y dirigirse hasta el final del asunto por más que sus compañeros muestren desinterés o traten de persuadirla a no seguir. En este punto es que nos damos cuenta de uno de los principales temas de la trama: En ‘Collateral’ las mujeres mandan, deciden y tienen el poder. Una excelente decisión esto, porque le otorga un aire de novedad al ambiente detectivesco en el que está la serie.
Junto a la investigación encabezada por Glaspie, se descubren hilos con otros personajes que están relacionados con el tramo principal de una u otra forma. Tenemos de todo: política de la mano del diputado David Mars (John Simm) y su difícil relación con Karen (Billie Piper), a Jane Oliver (Nicola Walker), una sacerdote anglicana que llama a Dios un “ella” y Linh Xuan (Kae Alexander), que dicho sea de paso nos mete en los conflictos de la iglesia, y la capitana Sandrine Shaw (Jeany Spark) que vive atormentada por la guerra.
‘Collateral’ se la juega manejando todos estos hilos al mismo tiempo, aunque la verdad es que algunas de ellas pasan a la historia como algo anecdótico y pare de contar. Si quitamos algo de este relleno quizá su narrativa fuera más fluida y sin los huecos que nos quedan. La variedad siempre está bien pero tampoco nos tomen el pelo. Las historias corales siempre resultan atractivas, pero de ahí a que de verdad tengan una muy buena ejecución es que termina por perderse un poco lo que quieren contarnos.
Con todos estos antecedentes es fácil darse cuenta que logra salir de forma dinámica aunque su resultado no sea del todo sorprendente. Sus muchos temas “ocultos” están presentes a lo largo de los episodios y no solo me refiero a la mujer y el poder, sino que también se va tocando temas como la crisis de refugiados, el feminismo y la inmigración siendo esta última más el eje central que otra cosa, con decir que los extranjeros son algo recurrente en la trama.
La dirección de SJ Clarkson nos lleva a fijarnos más en los detalles, con un gusto particular por los enfrentamientos verbales de los personajes y la necesidad de enfatizar en sus reacciones, sentimientos y sus evouciones, gracias a su esfuerzo de su parte y al brillante trabajo de los actores. Por otro lado, su apartado técnico no arriesga. La fotografía es muy poco atrevida, la banda sonora se atreve a salir un poco de lo usual al comienzo, pero tampoco es la quinta maravilla del mundo.
Como conclusión, invito a darle una oportunidad a la serie e insisto, hay que innovar más en esto ¿O no es eso la magia de ver una buena serie?, pero mientras tenga el sello BBC + Netflix no hay quien pueda resistirse. Y hay algo más para cerrar esto: Collateral atina a la perfección a la agenda mediática de hoy en día.