Nota de la editora: Este artículo contiene spoilers de ‘The Last Jedi’, si no la has visto, no leas y ¡CORRE A VERLA!
Escribir una reseña no es fácil, sobre todo si tienes en tus manos un fenómeno cultural como lo es ‘Star Wars’; amada u odiada por muchas personas, pero de la cual es imposible escapar. Hoy más que nunca.
‘The Last Jedi’ es la más reciente entrega de la saga, en esta ocasión dirigida por Rian Johnson. Es la secuela de ‘The Force Awakens’, la primera película bajo el dominio creativo de Disney y que tuvo como responsable en la dirección a J.J. Abrams.
Como es de conocimiento público, ‘The Last Jedi’ cumple con la misión de seguir con la historia que este año cumplió 40 años de ser creada por George Lucas. En ella, trata de conectar a una nueva generación que no vivió el fenómeno, sino que ha escuchado sobre él. Una tarea complicada pero que, a mi criterio, ha logrado con creces.
Quiero dejarlo claro: soy de aquella generación que creció escuchando de ‘Star Wars’, pero vivió el fenómeno ‘Harry Potter’. Mucho tiempo ha pasado desde aquello… y lo digo desde ya, ‘The Last Jedi’ no te va a convertir en un fanático, a estas alturas eres o no parte de La Fuerza, pero sí restaurará aquella fe que muchos fans teníamos ligeramente perdida sobre todo desde el tibio regreso que representó ‘The Force Awakens’.
Pero vamos a los hechos de la película. La historia sigue dos hilos claros, el primero es sobre la General Leia Organa (Carrie Fisher en su última aparición en la saga intergaláctica) liderando valientemente la Resistencia, mientras escapan de un ataque devastador de la Primera Orden, los sucesores de aquellos villanos de la trilogía original. A su lado tenemos a Finn (John Boyega), aquel Stormtrooper que decidió cambiar y unirse al bando contrario, Poe (Oscar Isaac), el piloto luchador que no se lleva muy bien con las reglas, y la aparición de un nuevo personaje, Rose Tico (Kelly Marie Tran), una trabajadora de mantenimiento que cobra protagonismo al fallecer en batalla su hermana, Paige.
Por otra parte tenemos a Rey (Daisy Ridley), la heroína presentada en ‘The Force Awakens’ que ha sido enviada para buscar y encontrar a Luke Skywalker (Mark Hamill) , quien ahora es mucho más viejo, más gruñón y se ha separado totalmente de aquel héroe juvenil y travieso de la Resistencia que muchos recordamos. Rey trata de que Luke la entrene para convertirse en Jedi, sin embargo, se topa con la sorpresa de que Luke ya no está interesado en entrenar Jedis, es más, quiere que desaparezcan. Además, se encuentra lidiando amargamente con la culpa y la decepción que le llevó entrenar a su sobrino, Ben Solo (Adam Driver), y que haya optado por seguir el lado oscuro de La Fuerza, dejándolo desconsolado y sin un heredero de su legado.
Esto es básicamente lo que necesitas saber de la trama. El resultado de ‘The Last Jedi’ como película es la satisfacción de aquellos fans que crecimos escuchando sobre las aventuras de esta guerra intergaláctica, aquellos que la vivieron quizás no salgan tan satisfechos del cine. Y no porque estemos ante una mala película, porque definitivamente la obra de Rian Johnson no lo es. Sino por aquella fuerza que tienen los personajes originales, ese apego que tenemos a Leia y a Skywalker será difícil de superar, pero los fans tenemos que aprender a dejar ir porque los héroes no son eternos. Lo único eterno es La Fuerza y ‘The Last Jedi’ lo demuestra a cada momento, porque esta es la película del renacer de la fe. Porque nunca dejaremos de pelear con el mal, pero el bien siempre prevalecerá aunque sólo queden pocos para defenderlo.
Ahora, hay que empezar dejando las cosas claras, ‘The Last Jedi‘ es mucho mejor que ‘The Force Awakens’ y, obviamente, mejor que las precuelas. Da momentos que hicieron falta en la obra de J.J. Abrams, pero creo que uno de los errores es que -al ser tan larga- extiende tramas secundarias que pueden convertirse en irrelevantes. Y en este punto haré referencia específicamente en el personaje de Finn, quien siento aún no encuentra su lugar en la saga. No es un aporte, no crece, volviéndolo el punto más débil de los nuevos personajes presentados.
Sin embargo, algo que sí hay que reconocer es el crecimiento de un personaje como Kylo Ren. El hijo de Han Solo y Leia Organa no es más el muchacho que buscaba probarse a sí mismo, en esta ocasión se muestra su conflicto interno, su dolor, pero también se muestra cómo es capaz de entregarse por entero al lado oscuro de La Fuerza debido a su egoísmo. Y es que la más grande jugarreta que hace Johnson en esta película es hacernos creer que Ren podría redimirse; cuando es su entrega final hacia algo que valora aún más que a su familia e incluso él mismo: El poder.
Otra cosa que hay que rescatar de ‘The Last Jedi’ es que el director corrige un craso error que J.J. Abrams cometió con ‘The Force Awakens’. Verán, TFA presenta un problema y es que no sabemos qué es, una secuela, una extensión o un reinicio. No está claro. En cambio, TLJ toma la parte necesaria de aquellos personajes legendarios claves y los hace converger a la perfección con los nuevos rostros, los herederos de aquel cuento de aventuras intergalácticas. Y es que el tiempo se acabó y ellos lo saben, especialmente Leia, quien en pantalla muestra poéticamente cómo sería un universo sin ella, algo que apuesto que arrancó lágrimas de los fans más acérrimos, teniendo en cuenta el hecho de que no la veremos más.
Mucho se ha criticado, además, aquel conflicto interminable entre la Primera Orden y la Resistencia; los siguen (¿cómo?, ¿desde cuando?), los atacan, sobreviven, vuelven a huir, los vuelven a atacar y así sucesivamente. Y sí, a muchos puede parecer eterno pero se olvidan de que es la presión de ese conflicto lo que hace que las demás subtramas funcionen (todas a excepción de la trama de Finn y Rose, que lo único bueno que ha dejado es la presentación de DJ -el nuevo Han Solo- a cargo de Benicio del Toro). Quizás faltó un poco de edición para evitar que esas partes se vuelvan lentas, pero considero que es un error perdonable teniendo en cuenta el sacrificio que se hace al final para que la Resistencia sobreviva con los recursos tan limitados.
Finalmente, es inevitable mencionar a Mark Hamill y cómo se ha apoderado de su personaje, si bien es cierto todos nos emocionamos cada vez que aparece en pantalla, en esta ocasión supo diferente porque fue la última vez que lo veremos salvando los muebles. Y siento que se despidió como debía hacerlo, con la tenacidad que lo caracterizó desde el inicio pero también con la fuerza de la experiencia. Vivió como un héroe y llegó el momento de hacerse uno con la fuerza. Y lo hizo de la mejor manera.
Por supuesto, el tiempo dirá cómo Disney manejará la franquicia, pero hasta ahora ‘The Last Jedi’ representa un triunfo para la saga y el despertar de la fe.