El pueblo pesquero Ísafjarðarbær (si, ese es su nombre, no hay error en la escritura) situado al noroeste de Islandia, tuvo la genial idea de pintar en algunas de sus calles y avenidas un característico paso cebra en 3D. Esto con la finalidad de controlar la velocidad de los conductores en sus carreteras.
El efecto óptico, como se puede apreciar en el vídeo, hace que a medida que te acercas, veas bloques blancos flotando sobre el pavimento. Este efecto sólo tiene efecto desde un ángulo concreto y provoca la sensación de que estas barras están bloqueando la vía, haciendo que los conductores tengan que frenar.
La empresa Vegmálun GÍH fue la encargada de la instalación de este genial paso peatonal trimensional, el mismo que se ha convertido en toda una atracción turística.
Esta iniciativa ya ha sido probado en otros países como India, China y Rusia.