Debo confesarme fanática de John Green, me he leído todas sus novelas. Desde ‘Looking for Alaska’ y ‘The Fault in Our Stars‘, lo que más me gusta de Green es la facilidad de hacerte conectar con una historia, hacerte llorar, reflexionar y más.
Me pasó con las dos novelas mencionadas y me pasó con ‘Paper Towns’, el sentir que el ambiente en el que estás es nada, sentirte solo cuando estás acompañado y lidiar con el hecho de que la gente a tu alrededor crea que eres todo y tú te sientas nada. Así es como percibo el personaje de Margo Roth Spiegelman (Cara Delevingne) en el libro y sentí todo menos eso en la película.
Está claro que leer libros y ver películas son dos cosas diferentes, pero siento que Delevingne se enfoca más en ser una niña malcriada y perdida que en darle a su personaje la complejidad que necesita para ser endiosada como debería ser o hasta para convertirse en el crush de «Q». Su error de interpretación no me da mayor conexión con ella, salvo en ser la niña bonita problemática que le gusta a Quentin (Nat Wolff).
«Q» está crusheado con ella desde pequeño, pero con el paso de los años ambos se han desconectado, no son nada. Un día Margo aparece en su ventana para buscarlo como cómplice de una venganza en contra de su ex novio; después de lo que parece ser «la mejor noche de su vida», «Q» se entera que Margo desapareció. Sus padres, cansados de su conducta, no la buscan más. «Q» descubre pistas sobre el paradero de Margo y emprende un viaje, antes de su baile de graduación, para buscarla.
La película inicia como cualquier historia romántica y ese es el problema, es cualquier historia, no una historia de John Green. No sientes su esencia ahí. El desarrollo gira en torno a nada, tal como lo menciona la propia Margo en la cinta ‘vives en una ciudad de papel’, esto es una película de papel, porque no pasa nada. No sientes nada. No hay conexión con Margo, porque Delevingne es una actriz de papel para una película de papel. Simple.
‘Paper Towns’ llegó muy rápido. Aún no podemos digerir lo que se nos viene con la premiada ‘Me and Earl and the Dying Girl’, que ha sido alabada por la crítica y que pese a que su historia sea de temática adolescente, da cátedra sobre cómo se debe realizar éste tipo de películas.
Finalmente, creo que la película está falta de esencia, lo que hace diferentes los libros de Green. Esta adaptación cinematográfica no es el mayor ejemplo de lo que él puede ofrecernos en sus historias.
Pero en todo lo malo debemos observar algo interesante, me causa mucha alegría ver el crecimiento del actor Ansel Elgort (Gus en ‘The Fault in Our Stars’), su cameo en ‘Paper Towns’ te hace sonreír en medio del enojo que sientes por perder dos horas de tu vida. Un recurso interesante que Jake Schreier sabe aprovechar, debe hacer que su audiencia delire con algo antes de colapsar de aburrimiento.
Para terminar, me llama la atención que el guión de ‘Paper Towns’ fue realizado por Scott Neustadter y Michael H. Weber, el mismo equipo responsable de la primera adaptación en pantalla de Green. Algo que demuestra que talento hay, pero a la larga, no es sólo un guión lo que hace una película, también se necesita ganas y, en esta película de papel, es lo que menos puedes apreciar.