La película ‘Relatos Salvajes’ (Argentina, 2014) se lanzó con mucho éxito en los cines internacionales. Esta antología de seis cortos fue escrita y dirigida por Damián Szifrón y producida en una 70% por Hugo Sigman y en un 30% por Agustín y Pedro Almodóvar.
Pero la pregunta clave es: ¿A qué se debe tanto éxito? Hay opiniones encontradas en cuanto a ser una buena o mala película por parte de la crítica pero, sin duda, la razón principal es porque se refleja como un perturbador espejo de la sociedad en que vivimos. Rodeada de reacciones sin límites.
Hay que destacar que Szifrón tuvo todos los medios necesarios para plasmar la visión en su guion. En partes, apela al recurso del humor con diálogos breves y filosos. Visualmente, es muy técnica. Las actuaciones impecables.
Este filme argentino tiene como denominador común la violencia social en sus diferentes matices. Los protagonistas son gente común en escenas casi cotidianas, donde se exagera la crueldad de quienes interpretan su miseria, contradicciones, cinismo y doble moral y que en cierta forma, nos permite identificarnos con ellos.
Estos seis cortos son absolutamente independientes entre sí, donde se atraviesa varias historias diferentes y que lo único que los une es ser empujados a situaciones extremas removiendo alguna experiencia personal que hayamos tenido.
Desde el inicio, la cinta muestra tanto sus fortalezas como debilidades. La primera historia se desarrolla en un vuelo comercial donde los pasajeros descubren de a poco que los une algo en común: todos conocen a Pasternak. Él los ha unido a para cobrar venganza de todos los que lo han lastimado a lo largo de su vida. Este corto termina en fatalidad con un corte bastante ingenioso, cautivando al espectador.
Sigue Las Ratas, una historia de venganza cargada de mala vibra y mucha sangre, tiene como premisa “la venganza es un plato que se sirve frío”. En este hay que poner especial atención a la ira en cada mirada de Rita Cortese, quien interpreta a la letal cocinera de un restaurant ubicado en medio de la nada. Ella hace justicia con un matón y sus abusos.
El tercero es considerado el más fuerte. Este nos muestra una disputa entre dos conductores que termina en descontrol y una pelea desenfrenada.
La cuarta historia narra la vida del Ing. Bombita -interpretado por Ricardo Darín-, un experto en explosivos al cual no le salen las cosas como quisiera. Este describe la indignación de un hombre común frente a la insensibilidad del sistema burocrático con un desenlace frenético.
El penúltimo segmento se titula La propuesta, considerado el más calmado pero con el final más sublime de los seis. Es una pelea por guardar las apariencias en el que el protagonista posee mucha doble moral.
El cierre lo da Érica Rivas en Hasta que la muerte nos separe. Interpreta a la novia que pierde la cabeza en el instante que descubre, en su propia boda, que su marido la engaña y que “la otra” es ¡una invitada más de la fiesta!. La historia ofrece un humor oscuro con vetas almodovarianas.
Szifron logra hacer reales, creíbles y entretenidas las situaciones más delirantes y raras sobre esas personas normales que, cuando atraviesan estas situaciones extremas, se convierten en verdaderos monstruos. Por un lado la aclaman, por el otro, la juzgan como un “artefacto para llenar salas”.
‘Relatos salvajes’ gira en torno a una inevitable polémica: retratar a una sociedad en descomposición.