En octubre de 2014, Robin Thicke y Pharrell Williams fueron demandados por supuesto plagio en la composición de ‘Blurred Lines’. La canción que sonó en absolutamente todas partes durante ése año estaría basada en el single ‘Got to give it up’ (1976) de Marvin Gaye.
Y aunque muchos estuvimos intrigados de cuanto recaudó este tema. Las audiencias correspondientes despejaron esta duda al revelar las cifras que rodean al hit. En el año de estreno de ‘Blurred Lines’ se vendieron 6.5 millones de copias de la misma, generando $16,675,690 de ganancias.
Según los testimonios, $5,658,214 fueron para Thicke, $5.153.457 a Pharrell y $704,774 para las compañías discográficas (Interscope, UMG Distribución y Star Trak). En gastos generales la creación del sencillo fue de $6.9 millones.
Los hijos de Gaye, Frankie y Nona no solo se limitan a pedir una indemnización monetaria, sino que buscan además recortar al 50% los beneficios por concepción de licencias del tema en cuestión.
Según el abogado de la familia Gaye, los daños causados llegarían a los $40 millones.