‘Still Alice’ (2014) es un drama basado en el best-seller escrito por la autora Lisa Genova en el 2007 con el mismo nombre. Esta adaptación al cine de 101 minutos es dirigida por Richard Glatzer y Wash Westmoreland, ambos trabajaron juntos en ‘Quinceañera’ (2006).
La película se centra en Alice Howland (Julianne Moore), una profesora de lingüística en la Universidad de Columbia en Nueva York, felizmente casada y madre de 3 hijos mayores. Recién cumplidos los 50 años comenzó a tener pequeños percances que empiezan a traer sospechas de que algo anda mal.
Después de experimentar episodios de olvido, decide visitar a un neurólogo y tras una serie de pruebas le diagnostican enfermedad de Alzheimer: una alteración terminal, incurable, y que acaba aislando al paciente del mundo que lo rodea. Lo sorprendente en ella es que su diagnóstico se da en una edad precoz, siendo este considerado no tan común. Tras mantenerlo unos días en secreto, decide contárselo a su esposo John (Alec Baldwin), que al principio incrédulo, acepta la enfermedad de su esposa y se convierte en su apoyo fundamental.
Posteriormente, Alice se lo comunica a sus hijos Lydia, Anna y Tom, interpretados por Kristen Stewart, Kate Bosworth y Hunter Parrish, respectivamente. Estos tampoco dan crédito a este inusual diagnostico prematuro y esto deriva en dificultades para procesar la información.
Durante los meses siguientes, Alice enfrenta un rápido deterioro, consecuencias de la enfermedad tanto en su vida personal como profesional, hasta que finalmente el Alzheimer eclipsa su memoria.
La actuación de Julianne Moore aborda con mucha realidad, certeza, sensibilidad y naturalidad la perspectiva de una mujer que se siente lejos de llegar a la vejez y al mismo tiempo consciente de que está muy cerca de perder sus recuerdos y hasta cierto punto su propia vida. Esta destacada interpretación hizo a Moore merecedora de una nominación a los premios Oscar 2015 como Mejor Actriz.
Y si bien ha habido otras películas sobre el Alzheimer como ‘Iris’ (2001) o ‘Lejos de Ella’ (2006), ahí se indaga con profundidad la enfermedad, mientras que en ‘Alice’ la vemos un poco más sutil pero al mismo tiempo emocionante, sobre todo porque lo ves desde la perspectiva femenina.
‘Still Alice’ no necesariamente tiene el mejor guión, pero si transforma una tragedia en algo interesante al espectador gracias a la actuación de Moore. Su sensación de inquietud, desespero y lenguaje corporal hace tener una experiencia bastante humana.
Una mezcla de buenas actuaciones, precisión y rigor es un mix oportuno para conocer, a través de Alice, los altos y bajos de esta devastadora y emocionalmente dolorosa enfermedad.