Salí del cine con una gran sonrisa. Ví ‘Sexy Montañita’, del director, actor y guionista Alberto Pablo Rivera, y siento una gran satisfacción.
‘Sexy Montañita’ es única en su género en Ecuador, está filmada como un falso documental y mezcla diversas temáticas: una comedia sencilla de digerir -pueblo, nada elitista- que se transforma -sin que el espectador lo sienta- en un drama y termina en algo inesperado, todo derivado de una, a veces incomprensible, fuerza mayor.
La cinta narra la historia de dos amigos, Mike y Alan, ambos con la misma edad, pero con una perspectiva de la vida totalmente diferente. Mike (Alberto Pablo Rivera) vive en una fiesta permanente, mientras que Alan (Axel Amador) tiene una carrera, se compró una casa, se casó y se divorció. Éste último drama hace que, por querer olvidar, se embarquen en una aventura que los conduce a Montañita, la ciudad del pecado de Ecuador, que les podría costar mucho más de lo que esperan.
Partiendo por la sinopsis, rescato el hecho de que la historia de Rivera es sencilla, algo que vivimos a diario con nuestros amigos muy cercanos, algo tan simple como entrar a la casa de tu pana porque sabes dónde tiene las llaves. De entrada, quiero resaltar el romance que tiene Alberto Pablo con la cámara, es impresionante. Su histrionismo innato hace que tenga una conexión con el público en los primeros minutos de la película y desde ahí se vaya de largo. Ese hombre loco, irrespetuoso y malhablado podría ser tu amigo o podrías odiarlo por pelotudo, como bien apunta Vale (Laura Schinca) al conocerlo.
Los minutos se aceleran en compañía de las bromas y la química que comparten Alberto y Axel, un fenómeno extraño que no he visto en el cine ecuatoriano, al punto que me creo los insultos que comparten entre sí, no son forzados, porque realmente – en una película como esa – es lo que puedes esperar. Y cuando crees que lo has visto todo, Vale hace su entrada triunfal, con una mirada penetrante y una silueta difícil de olvidar.
Otro de los personajes que llamaron mi atención fue el que interpreta Daniela Vallejo (‘Super papa’, ‘Rosita, la taxista’), una chica ‘Wild On’, fofa y con ganas de comer(se) al mundo. Entretenido en pantalla y funcional en un escenario como Montañita.
Quiero dejar claro algo: ‘Sexy Montañita’ no te va a cambiar la vida. Es una película hecha para ser disfrutada con canguil y té helado mientras te ríes identificándote con las situaciones. Por esta razón salí contenta del cine, fue lo que esperé y más. Sin embargo, esta misma razón es la que me provoca sentimientos encontrados con su final. Sé que Rivera no tiene intenciones de ahondar en temas profundos, pero si hubiese querido, si lo hubiese intentado, lo habría logrado.
Me explico: ‘Sexy Montañita’, desde su nombre, lucha con todos los clichés que se le pueden ocurrir al espectador, pero va más allá. La transición de los géneros que explora se realiza de forma armoniosa, de comedia a drama y de drama a suspenso. Y en éste último me quedé en shock. Su final sólo puede ser descrito como un coitus interruptus.
Otro de los aspectos que quiero resaltar aquí es que ‘Sexy Montañita’ está musicalizada con mucha buena música nacional. En la banda sonora de la película constan Los Corrientes, Ricardo Pita, Armada de Juguete, Nata Cassette, Norka, Swing Original Monks, Sunshine And The Makenzi Sound, entre otros. Sobre éstos últimos vale mencionar que suenan con una canción que siempre imaginé en una película ‘A Message From A Coyote’, y aplausos para Alberto Pablo Rivera, ¡Usó una gran canción para una gran escena!,excelente visión.
En cuanto al aspecto negativo, seré muy enfática, no es sólo un mal de ‘Sexy Montañita’, es un mal del cine ecuatoriano como tal. No entiendo la necesidad de las miles de malas palabras cada dos segundos, no se enfatiza una interpretación gracias a un «chucha» o un «puta», lo he repetido hasta cansarme. Sé que a veces es necesario un insulto – vaya si los estadounidenses no usan «Fuck you» y los españoles «joder»- pero abusar de éste recurso hace que el cine ecuatoriano se quede en eso: cine ecuatoriano; es una limitante que hace que no se aprecie lo que realmente es: cine y punto.
Finalmente, sugiero que vayan a disfrutar del encanto de ‘Sexy Montañita’, que se dejen atraer de su magnífica estética fosforescente y que no sólo «apoyemos lo nuestro», sino que lo disfrutemos. Abran la mente, es una buena época para hacer cine en Ecuador.
Redes Sociales
Tw: @SexyMontanita / Fb: Sexy Montañita / Web: sexymontanita.com.