No es un secreto para nadie lo que he manifestado muchas veces: Actualmente, Sunshine And The Makenzi Sound es mi banda favorita ecuatoriana. Creo que hay un antes y un después en mi vida musical después de haber escuchado a estos chicos, si hubiese existido Datainfox en la época en que conocí su música, me hubieran leído lo más parcial posible con su talento… y no, no me avergüenzo.
Ponerme a analizar el talento de Sunshine And The Makenzi Sound es complejo, muy complejo. Pero si mi poco conocimiento me deja explicarles algo, la única palabra que usaría para definirlos es fusión, son una fusión de talento. Eso se demuestra en su álbum debut, ‘The Year Of Hope’ (2013), como lo manifesté en mi reseña anterior, cuando hablé del vídeo de ‘Baye, Baye My Girl’.
‘The Year Of Hope’ salió en diciembre de 2013 y juro que han pasado algunos meses y siempre estoy de buen genio para escucharlo, me cambia, me anima, me deprime, me llena. Pocas veces puedo decir que un álbum nacional me ha llenado el alma musical como lo hizo ésta joya. Mis canciones favoritas serían TODAS, pero si nos ponemos quisquillosos, personalmente recomiendo ‘A Random Arrangements Of Words’, ‘We Are All Alone’, ‘A Message From A Coyote’ (mi favorita del mundo mundial), ‘Waiting For The Rain’ y, obvio, su éxito, ‘Wild Penguins Go To Antarctica’.
Hay un elemento muy especial en la música de está banda, su violín, interpretado magistralmente por Roberto Ramil, un talentoso músico que asegura que Sunshine «le cambió la vida». Y coincido con él en algo, a mí me cambió la vida su violín. Nunca volveré a apreciar este instrumento después de haberlo escuchado a él. Ahora se marcha y deja un espacio bastante grande que llenar y mientras escribo éste artículo escucho el intro de ‘We Are All Alone’ y me muero de la tristeza.
Sé que Roberto regresará, se desarrollará mejor como profesional y espero que esto no sea un adiós sino un hasta luego. Lo estaremos esperando.
Este artículo era necesario porque así como resalto lo buena que es la música ecuatoriana, también, mi deber como comunicadora es darles malas noticias, pero con un toque creativo. El puesto de Roberto será de Valeria Ortega, a quien felicito y advierto que tiene unos zapatos bien grandes que llenar.
A continuación un vídeo del documental Makenzi, con la parte especial de Roberto Ramil:
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