La banda ecuatoriana Buhofónicos, conformada por Cecilia Jurado, Daniel Baquero, Peter Suing y Santiago Borja, se presentó el sábado en el bar Diva Nicotina, ubicado en Las Peñas, corazón de la escena musical independiente de Guayaquil.
Como antecedente debo decirles que describir la experiencia de escuchar la voz de Ceci en vivo es quedarme corta en palabras… Ella nos tenía acostumbrados a sus bellísimos covers de canciones, los cuales publicaba en su canal de Youtube.
En lo personal, uno de mis favoritos es el de ‘Summertime Sadness’, tema original de Lana Del Rey.
Es por esto que sus seguidores sabían que ir a ese concierto era una obligación. El placer de escuchar tal convergencia de sonidos es difícil de repetir. Los demás integrantes que, al igual que Ceci, son muy talentosos, lograron combinar todo ese arte dejando como resultado ‘Fecha de Caducidad’, uno de los EP que, me atrevería a decir, puede ser considerado una joya de la música ecuatoriana.
Cabe destacar que a la fecha, Buhofónicos tenía un año fuera de los escenarios, lo que no se notó en absolutamente nada. La presentación inició cálida con nuevos temas y que te dejan con las ganas de escuchar más, mucho más.
Suele suceder que hay canciones que gustan más que otras, cada banda sabe cómo seleccionar su setlist en las presentaciones, donde también influye mucho el público y el de nuestra ciudad es especialmente difícil. Aquí me detengo por algo que observé de principio a fin: El público guayaquileño no decepcionó, incluso si no sabían la letra de la canción, seguían el ritmo de la música y la disfrutaban. Lo que me deja pensando que Buhofónicos no es aún una banda que puede ser escuchada a nivel masivo, pero sí puede hacer que un grupo numeroso de personas contemplen sus canciones y sigan el entretenido ritmo sin aburrirse ni un solo instante.
Personalmente, debo admitir que me sorprendió la canción ‘Aviones de papel’, que no era una de mis favoritas, sin embargo, la pasión con la que Cecilia la interpreta hace que guste de inmediato; aquí debo realizar otra reflexión: Ocurre algo grandioso con la música, la cual considero un lenguaje universal, puede ser escuchada en disco y en vivo y ambas experiencias siempre serán muy diferentes.
No es por el arreglo de los instrumentos o la voz, más bien, por la fuerza y las ganas que le pone el intérprete a la hora de cantar un tema y hacerlo suyo. Cecilia, tímida como es ella, la hizo suya y nos llevó a todos a una armonía magnifica.
El cierre, como no podía ser de otra manera, estuvo a cargo de ‘La Gran Pregunta’, una canción que no es de la banda, sino del público, porque se la disfruta de principio a fin, ya sea por una situación con la que se la relaciona o porque la letra es muy profunda.
Para finalizar, debo decir que me quedó un gran sabor de boca y que ellos pueden regresar cuando quieran, porque no tienen una Fecha de Caducidad, continuarán vigentes en el oído de sus seguidores.
Guayaquil los espera con las puertas abiertas, listos para recibir más música.
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